Me llamo Emiliano Zapata Salazar, Hijo de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar. Nací el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco, estado de Morelos (México), en una familia de pequeños propietarios de tierras, pero en donde la pobreza era nuestra continua situación, nos volvimos ganaderos, mi padre me enseñò a trabajar duro en el campo, el siempre decía "para comer en la casa hay que sudar en el surco y el cerro, pero no en la hacienda”
He ido creciendo en un ambiente algo difícil, mi vida no ha sido precisamente como alguna vez pensé… a los 16 años perdí a mamá y casi un año después perdí a papá, afortunadamente su herencia me fue suficiente para no tener que emplearme de peon en alguna hacienda en Anenecuilco.
Lo que mas amo son los caballos, me consideran experto en la materia y pues aunque no se si soy tan bueno como dicen, le he encontrado mucho interés a estos animales.
Siempre he sido testigo de terribles injusticias en contra de los trabajadores de la tierra, no son tratados como deberían de ser, son constantemente humillados, explotados… denigrados… espero poder hacer algo pronto para ayudar a esa gente que sufre debido a los maltratos de ricos hacendados.
1902-1905
Se presentó una oportunidad para hacer cumplir la ley…. Pude ayudar a las personas del pueblo de Yautepec (Morelos) que tenían problemas con el hacendado Pablo Escandón, acompañándolos a la ciudad de México para exigir que se les hiciera justicia y este es tan solo el comienzo de muchos de los planes que tengo en mente…
1906-1909
He participado en una gran cantidad de movimientos y he asistidos a diferentes congresos y asambleas para buscar soluciones al sin fin de problemas a los que nos enfrentamos por aquí, sin embargo no se ha llegado a ninguna con conclusión y veo que algún movimiento importante se está acercando, hay muchas revueltas y la gente no quiere seguir así algo grande está por suceder.
1910
El 11 de febrero de 1910 fuí enrolado por sorteo en el 9º (Noveno) Regimiento del ejército con sede en Cuernavaca. Pero el 18 de marzo fuí dado de baja por influencias del dueño de la hacienda de Tenextepango, Ignacio de la Torre y Mier, quién además me envió como caballerango a la ciudad de México. Pero no me gusta mucha mucho este puesto y regresaré a mi pueblo en cuanto pueda.
Madero, es un buen hombre, pienso apoyarlo ya que me agrada las ideas que tiene acerca de la repartición de tierras.
jueves, 6 de marzo de 2008
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